La estrategia Nacional de Energía 2013-2027 en México: ¿Qué futuro para las renovables?

LA ESTRATEGIA NACIONAL DE ENERGÍA 2013-2027 EN MÉXICO: ¿QUÉ FUTURO PARA LAS RENOVABLES?

Autor: Paolo Salerno

 

En diciembre del 2012 en México, gracias al impulso que dio in primis su Presidente Enrique Peña Nieto, apoyado por los principales partidos políticos del país, se subscribió un documento de intentos que está sentando la base para una agenda de reformas amplias y profundas que pretenden mejorar y modernizar el país: el Pacto por México[1].

Los artículos 2.4 y 2.5 del citado Pacto tratan tanto los temas de Desarrollo Sustentable y de Medio Ambiente como de la reforma energética. En particular su compromiso 49 evidencia la voluntad de impulsar, tanto a nivel de investigación como de desarrollo, la difusión de las energías renovables en la producción eléctrica como medida de apoyo a la lucha al cambio climático y a la independencia energética del país.

El plan de marcha, que prevé la actuación de los acuerdos establecidos en materia de energía en el primer semestre del 2013 y en el segundo del 2018, ha tomado forma y cuerpo con la elaboración de la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027[2], que se ha aprobado el pasado 14 de marzo en el Senado de la Republica. 

La cosa que más resalta después de una primera lectura y análisis de la misma es cómo las principales preocupaciones por parte del legislador están dirigidas al sector del petróleo y del gas, más que al de las energías renovables[3]. Las razones de esta elección son varias y de diferente naturaleza. En primer lugar el bajo costo de la energía en México hace que sean menos atractivas e interesantes las tecnologías renovables, dado que se siguen necesitando importantes inversiones tanto en la construcción de las infraestructuras cuanto en el desarrollo de las mismas, cosa que comporta un retorno económico a plazos mucho más largos para las empresas que decidan actuar en este sector. En segundo lugar la gran abundancia de petróleo, que permite al país no tener una necesidad inmediata de buscar fuentes alternativas de producción de electricidad, como por ejemplo, ha pasado en Europa que no dispone de tales reservas y por lo tanto se ha visto obligada a fomentar e invertir mucho en las renovables. En tercer lugar hay una falta de conocimiento casi total del sector, y esto trae como consecuencia que la estrategia elaborada se dirija principalmente al análisis del potencial presente del territorio, a la formulación de un plan de I+D (investigación más desarrollo), y, por último, al planteamiento de una reforma del marco regulatorio que sea adecuado para el aprovechamiento de estas fuentes de energía. Esto evidencia por un lado un grave retraso en una política tan importante como es la de las energías renovables y por el otro unas intervenciones demasiadas genéricas y poco incisivas para un posible desarrollo de todo el sector.

Es importante notar como en la Estrategia Nacional existen grandes zonas grises que resultan ser decisivas a la hora de cambiar el futuro papel de estas tecnologías en el país. Las incertidumbres sobre las posibles medidas de ayudas fiscales y la apertura a posibles inversores extranjeros son temas que vienen tratados con extrema precaución, y superficialidad, por parte del legislador.  De esto se puede concluir que todavía no se sabe cuales son las reales intenciones del Gobierno hacia las energías renovables. Queda por averiguar si se quiere conformar con alcanzar una producción eléctrica proveniente de fuentes no contaminantes del 35% para el 2024, o si realmente se quiere apostar más fuerte y lograr objetivos más ambiciosos que puedan aportar verdaderas ventajas y mejoras para toda la población.

Lo cierto es que México llega a la cita con las energías renovables con veinte años de retraso, su principal preocupación siguen siendo los recursos fósiles.  

 


[1] Se pueden encontrar más informaciones en la página http://pactopormexico.org/ . Fecha de consulta 5 de abril de 2013.

[2] Gaceta del Senado de la Republica de México, n.96 de jueves 28 de Febrero de 2013.

Pagina web: http://www.senado.gob.mx/index.php?ver=sp&mn=2&sm=2&id=39617 , fecha de consulta 5 de Abril de 2013.

[3] Tal posición se evidenció también en la política energética anterior a la presente. En particular se puede consultar GARCÍA OCHOA, Rigoberto, “El papel de las energías renovables en la política energética nacional”, Revista Legislativa de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Vol. 1, N.2, 2008, Pág. 225 – 250.

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